- ¿Por qué si salio todo como lo esperabas no logro divisar esa alegría en tu rostro?
- No lo sé, me siento rara, a pesar de estar feliz por ello y de compartir sus sentimientos con él, algo que no esperaba entró dentro de mi pecho sin pedir permiso
- ¿Y qué es eso que no te deja expresar esa alegría que sientes y que tan bien te sienta?
- Es una extraña sensación, me siento olvidada, siento que esas sensaciones que volvieron a incorporarse en su cuerpo le hicieron olvidar que existo. Tal vez yo me emocioné de mas, tal vez me ilusioné esperando otra respuesta de su parte y al no recibir eso que esperaba me chocó bastante, eso creo. Pero ahora viene la parte en donde me contradigo completamente porque lo que me dijo, a su vez, era todo lo que quería saber y necesitaba para estar bien, pero algo falló, yo fallé.
- Otra vez, sin intención, sin desearlo te hechas la culpa de todo, otra vez te cargas sobre la espalda una mochila que no te pertenece. ¿Y por qué. Quien sabe...?
- Sabes, tenes razón, tengo una loca manía de creerme culpable de todo, pero ya no mas, me cansé de calzarme zapatos ajenos…esta vez nadie tiene la culpa…yo no la tengo… nadie la tiene, las cosas se dieron así…
- Eso es lo que esperaba de vos, que te reveles, que me digas que queres cambiarlo y sabes qué aunque los demás no se den cuenta de eso yo soy la primera en confiar en vos, en confiar que podes hacerlo.
- Mas que nunca quiero unirme a vos para que seamos realmente solo una y que todo lo que tu piensas y sientes yo pueda expresarlo tal cual. Hoy en nuestra vida somos protagonistas y quiero demostrarme que puedo. Hoy me complemento conmigo misma para ser quien quiero ser y hacer lo que quiero hacer.
- Juntas… juntas todo lo podemos alcanzar y voy a hacer que mis pensamientos logren hacerse hechos en ti.
- Hoy si yo quiero… yo puedo.