martes, 26 de octubre de 2010


Cuando al fin te des cuenta
que sólo puedo amar los pueblos
donde nunca se detienen los trenes,
ya podrás olvidarme
para saber quien soy de veras.

Sabrás quien soy de veras
y los anillos de la corteza del árbol
serán señal de nuestros desposales,
y podrás entrar al bosque
donde te hallé antes de conocerte.

Y el bosque donde te hallé sin conocerte
se llenará con las hojas de mis palabras.
La noche será luminosa de ojos de caballos
que vienen a beber las aguas del recuerdo
para que siempre haya un amor que no muere.

Porque siempre hay en mí un amor que no muere
y eso te lo dirán los pueblos donde el tren no se detiene,
y el guitarrista ebrio
que entona la canción que te escribí
hará detenerse el remolino de las calles
para mostrarte el camino hacia el bosque.
                                                                                  Jorge Teillier

jueves, 21 de octubre de 2010

¿Qué ves?


                                    











Cada uno ve lo que quiere ver.
               Lo que lo dejan ver.
                              Lo que le parece ver.
                                             Lo que puede ver.

Pero vos...     ¿Qué ves cuando me ves?